En total, la duración de
Tulimyrsky sería de más de una hora, lo cual no es lo más corriente para un EP. De hecho, sólo uno de sus propios discos (
Verisäkeet) pasa de la hora de duración. Alguna gente decía: no sé por qué lo llaman EP si dura más de una hora. Otros protestaban: vaya timo de disco, una canción nueva y el resto todo refritos. En realidad se contestaban unos a otros: lo llamaron EP por eso de los refritos, de hecho hicieron mucho hincapié en que de ninguna manera era el sexto disco de Moonsorrow, e incluso el título que aparece en portada es
Tulimyrsky EP, despejando así todas las dudas, algo parecido a lo que en su día hiciera Metallica con su
The garage days re-revisited: The $5.98 EP. Lo bueno es que también salió a precio de EP. “No quisimos dejarlo a medias, decidimos darles a los fans algo que valga el dinero que se gastan con un EP muy largo”, comentaba Ville. El lanzamiento estaba planeado para el 26 de marzo, pero se fue retrasando hasta el 30 de abril, que fue cuando por fin salió. Yo creo que ya nadie sabía qué esperar, aunque algunos fans tenían algo de miedo de que “Tulimyrsky” fuera una especie de “Hävitetty 3”, pero de nuevo sorprendieron. En la nueva canción aparecieron elementos tanto del
V&K y del
Kivenkantaja, más melódicos y movidillos, como de los dos anteriores, más crudos, e incluso un par de trozos tan rápidos y agresivos que recuerdan a
Tämä ikuinen talvi. Además de esa mezcla de elementos de todas sus épocas, por supuesto
Portada de
Tulimyrskyseguían conservando su sempiterna sonoridad épica, pero había algo nuevo: era muy evidente que ahí se contaba una historia. Todas o casi todas sus canciones cuentan historias, pero en este caso era distinto, se notaba que “Tulimyrsky” era una narración con su presentación, nudo y desenlace. Por segunda vez, el libreto viene sin la traducción de la letra, porque al parecer, aunque la traduce Ville, después se la envía a otra persona para que la corrija, y la corrección no llegó a tiempo. Es más, hubo que esperar hasta octubre para ver la dichosa traducción colgada en su web; los finlandeses estarían encantados con la historieta, pero el resto hasta entonces tuvimos que conformarnos con imaginar que aquí hay una batalla, aquí está describiendo el paisaje y esto del final es un canto triunfal de los que ganaron. Efectivamente, la canción cuenta una historia de espadas; se trata de la continuación de los sucesos narrados en el
Voimasta. En esta ocasión, los atacados de la primera historia pasan a ser los atacantes, tomándose así su venganza. Mención aparte merece la ilustración que acompaña al disco, obra del belga Kris Verwimp. La portada es un simple paisaje marítimo, con agua y montañas al fondo, muy similar a las portadas de los
Nordland de Bathory; a priori, nada que recuerde a una tormenta de fuego. Cuando despliegas la hoja entera, te encuentras con un magnífico dibujo en el que aparecen unos barcos vikingos en una orilla y una horda de guerreros quemando un pueblo. Es el mejor dibujo de la historia de Moonsorrow, dónde va a parar. El banner de este blog es un boceto del propio Kris para ese dibujo. El disco entró en las listas finlandesas de singles directamente en el puesto número 2, sólo superado por uno de Madonna.
Pincha en esta obra de arte para verla en 300 gloriosos PPPVolvamos a principios de abril. El día 2 de ese mes, Moonsorrow se embarcó en un nuevo festival itinerante llamado Paganfest, que les llevó a recorrer gran parte de Europa junto con Ensiferum, Korpiklaani, Eluveitie y Týr. (Fue el primer Paganfest de todos; se repetiría en años sucesivos, con distintos carteles.) Desde el día 2 hasta el 22, un concierto cada noche. Pero entonces se toparon con un problema que a estas alturas parecía improbable: un tío de la organización antifascista alemana BIFFF se enteró de que iban a tocar en la sala berlinesa SO36 el día 17, y escribió un comunicado en el que se informaba de que la sala tenía programado un festival de música de extrema derecha, con grupos que, según él, exhibían simbología nazi, letras xenófobas y tal y cual. El texto criticaba a Ensiferum por sus fotografías con estética marcial; a Týr por el uso de la runa del mismo nombre y por mostrar una espada ensangrentada en una de sus portadas, incluso despreciaba la nota que tienen en su sitio web diciendo que se desentienden de todo lo que tenga que ver con nazis;
Paganfest Europa 2008: el cartel estándar y el de Budapest
a Eluveitie por autodenominarse celtas; pero los que peor parados salieron fueron los de Moonsorrow, que tenían un buen número de cargos en su contra: para empezar, en su web de entonces se autodenominaban “cruzados del metal pagano”; la S de su logo es la runa Sigel, la misma que aparece en el logo de las SS; en su biografía oficial dicen tener “un buen toque de romanticismo nacional y un distintivo enfoque pagano”; en letras de varias canciones de los primeros discos hablan de guerreros y alzar espadas contra el enemigo. Respecto a letras, la más criticada fue la de “Luopion veri”, según ese texto “uno de sus éxitos” (dudo que la tocaran en directo después de 2001, si es que la llegaron a tocar alguna vez en su vida), por ser claramente anticristiana, y algunos versos sobre decapitar al invasor en nombre de los dioses suenan fascistas si se sacan de contexto. El autor del texto comparaba esa letra con la de un antiguo himno nacionalsocialista. No se libró ni la asociación de talladores que les hizo la piedra del
Kivenkantaja, porque el colega alemán encontró el enlace en su web y los puso a parir también por tener fotos de runas.